miércoles, 30 de abril de 2008

Pablo Neruda y amigos... 3. Vicisitudes de la realización y aprendizajes derivados:

El poeta en el "yate Aurora", en los años treinta (Temuco, Chile)*

La idea inicial era realizar un multimedia sobre la poesía hispanoamericana, lo cual era un despropósito. Tuve que delimitar la investigación y el producto a un solo poeta, Pablo Neruda, y a ejemplos de poemas en nuestra lengua que consideré atractivos para mis alumnas. La poesía es, además de una manera de entender el mundo, una actividad que pone en marcha procesos mentales como la asociación, la proyección-identificación, la imaginación, la emoción, por medio de la palabra, que es, como dice Octavio Paz (La Jornada, 1997), "el signo mayor de nuestra condición humana".
Por ello siempre me he preguntado: ¿Cómo conmover, agitar, inquietar el espíritu de mis alumnas muchas veces adormilado, cuyo gusto se reduce a la aceptación sin más de los modelos que proponen los medios respecto de lo que es el arte y la poesía? Una muestra abundante de esto son las presentaciones que circulan en internet, con “poemas” que son ejemplo de sensiblería.
La educación tradicional ha seguido siempre el camino de enseñar la poesía leyendo libros en los que se vierten una serie de datos biográficos sobre el autor, pequeños fragmentos de algunos de sus poemas, y como una manera de “entenderlos”, las palabras de algún especialista. Todo esto termina por hacer que el alumno rehúya de la poesía, pues debe aprender no sobre aquello que transmite la poesía y que permite su goce, sino sobre las corrientes, las épocas, los autores, las fechas. Es, realmente, una enseñanza que está más enfocada a recopilar saberes de tipo enciclopédico: cuándo nació, en qué fecha publicó tal libro, cuando ganó tal premio, etcétera.
Diseñar y realizar un producto educomunicativo con el tema de la poesía, por medio de uno de sus exponentes más altos en la lengua española, como lo es Pablo Neruda, me ha planteado algunas cuestiones centrales: la primera se refiere a la manera de promover el aprecio[1] de la poesía, por parte de mis alumnos. Como sucede con otras artes, tenemos cierta preferencia, gusto, experiencia, formación, conocimiento previo, influencia, y una serie de aspectos que tienen que ver con la manera de elegir o llegar a cierta poesía y ciertos poetas. Yo me he inclinado por Pablo Neruda, por ser un poeta cuya obra ha sido y será una de las expresiones más representativas y auténticas de nosotros los latinoamericanos, de nuestra tierra e historia, de nuestros héroes, de las luchas de nuestros pueblos, y también de una poesía que ha cantado al amor, a la solidaridad entre los seres humanos, a las cosas simples y sencillas de la vida.
La segunda cuestión tiene que ver con la manera de presentar la poesía. La tradición escolar de la lectura, de la enseñanza y el aprendizaje de la poesía, ha ido casi siempre de la mano, como ya señalé, de los libros de texto y de la transmisión oral que no es menos importante. A partir del arribo de las nuevas tecnologías se han abierto las posibilidades de presentar los poemas de múltiples maneras, que pueden reducirse a cuatro: por medio de sonido: la voz, la música; por medios audiovisuales: imágenes fijas o en movimiento que incluyen sonido, por medio de textos que puedan leerse de una manera no-lineal: hipertexto, y una más que tiene la capacidad de integrar las anteriores: el multimedia.
Una tercera consideración tiene que ver con la apropiación de las nuevas generaciones de los lenguajes y el tipo de lecturas que pueden integrarse e individualizarse en distintas pantallas. Hemos visto a lo largo del módulo la importancia de la imagen en el surgimiento de la nueva cultura audiovisual, que más que ser un impedimento para la lectura y el disfrute de la poesía, puede ser un recurso didáctico de suma importancia en el proceso de enseñanza aprendizaje. Es cierto que se requiere hacer uso de nuestra imaginación y creatividad, con el recurso de la computadora, que es el medio por excelencia de la convergencia multimedios.
A lo largo de mi desempeño docente he ido elaborando y seleccionando diferentes objetos de aprendizaje[2] relacionados con los cursos que imparto en la licenciatura en pedagogía. Algunos de ellos están relacionados con la poesía, entre otros temas, y van desde el texto como tal, hasta videos, canciones, la voz de los poetas, imágenes fijas, las presentaciones, programas de radio, etcétera. La idea central detrás del uso de los objetos de aprendizaje es el re-uso. Un enfoque más prometedor es pensar en desarrollar objetos digitales que puedan ser compartidoas y reutilizados en diferentes contextos y disciplinas, que además se puedan combinar para construir bloques mayores, en forma análoga a lo que ocurre con las piezas de los juguetes LEGO.
Este multimedia tiene la intención de favorecer la interacción lúdica del estudiante, como un descubrimiento de varias posibilidades de leer, escuchar y ver poesía, como un acto de disfrute. Dice Carlos Alberto Jiménez: “La lúdica es más bien una actitud, una predisposición del ser frente a la cotidianidad, es una forma de estar en la vida, de relacionarse con ella, en esos espacios en que se producen disfrute, goce y felicidad, acompañados de la distensión que producen actividades simbólicas e imaginarias como el juego, la chanza, el sentido del humor, la escritura y el arte. También otra serie de afectaciones en las cuales existen interacciones sociales, se pueden considerar lúdicas como son el baile, el amor y el afecto. Lo que tienen en común estas prácticas culturales, es que en la mayoría de los casos, dichas prácticas actúan sin más recompensa que la gratitud y felicidad que producen dichos eventos”.[3]
Mediante los recursos que nos ofrece la red y ciertos programas informáticos, se ha construido de manera organizada y articulada este multimedia, que se ha vertido en un DVD. Todos los archivos del multimedia tienen un total de 1.62 MB. No es una simple presentación, a través del cual pasan diapositivas. Es un hipermedia que integra diversos formatos, lenguajes y tipos de archivos digitales. Se busca que el alumno interaccione de manera libre, pues tiene la posibilidad de decidir el camino y la navegación por el multimedia.
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[1] La palabra apreciar es un verbo transitivo que en su tercera acepción significa “Reconocer y estimar el mérito de alguien o de algo”, y en su cuarta acepción “Sentir afecto o estima hacia alguien”, en: Diccionario de la Lengua Española, vigésima segunda edición, versión electrónica.
[2] “En un sentido más estricto, un objeto de aprendizaje debe poseer ciertos atributos esenciales que lo distingan de simples piezas de información: ser un objeto educativo; proporcionar una cantidad de conocimiento o habilidad relativamente pequeña; ser autocontenido; ser útil en más de una secuencia de instrucción; ser fácil de identificar y por tanto de buscar; ser independiente de un sistema administrador del aprendizaje específico, y ser accesible desde una gran variedad de plataformas”, Rafael Morales G. y Ana S. Agüera H., 2002. Puede consultarse en: http://www.iie.org.mx/2002a/tendencias.pdf .
[3] Consultar página web del autor en: http://www.geocities.com/ludico_pei/.
* La foto ha sido rcuperada del diario El País (30-abril-2008).

Pablo Neruda y amigos que lo acompañan. 2. Objetivos de aprendizaje.

Pablito a los 15 años

Los objetivos del curso son:
A. Aproximar a los alumnos a la lectura y la audición-visualización gozosa y lúdica de la poesía, a través de un multimedia.
B. Favorecer en el estudiante el ingenio y el aprecio por su lengua, por medio de la poesía.
C. Desarrollar la capacidad de disfrute e interpretación de los textos poéticos y conocer las figuras literarias como elementos propios del lenguaje poético.
D. Enriquecer las actividades extraescolares mediante el uso de recursos audiovisuales y el trabajo colaborativo.
E. Proporcionar ejemplos de textos poéticos grabados (audio-video) o escritos, presentados como hipertexto e hipermedia.
F. Motivar a los alumnos a la elaboración de objetos de aprendizaje relacionados con la poesía, por medio de la computadora y el software.
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En esta entrada una foto de Neruda en su adolescencia. Recuperada de El País (30-abril-2008).

sábado, 26 de abril de 2008

Trabajo final del Módulo de Comunicación: Pablo Neruda y amigos que lo acompañan: Multimedia

Sello conmemorativo

1. Características del público receptor.

Los alumnos que llegan a los últimos semestres de la carrera en pedagogía de la Universidad Pedagógica Nacional, conforman grupos más o menos homogéneos en sus relaciones personales, conocimientos, gustos, hábitos de consumo mediático, nivel económico, formas de representar. Veamos algunas de estas características que se infieren de una encuesta a mi grupo.

Edad promedio: 22 años.

Género: Mujeres: 25; varones: 4. (Total de alumnos: 29).

Lugar de residencia: Distrito Federal: 20; estado de México: 9.

Clase social:
En su mayoría pertenecen a la clase media en sus estratos medio y bajo, y proviene de escuelas públicas, con sus excepciones. Sus padres son empleados de empresas privadas, burócratas, comerciantes, obreros o tienen algún oficio.

Orientación política:
La gran mayoría votó por Andrés Manuel López Obrador (PRD), y algunas por Felipe Calderón (PAN). Nadie por Madrazo (PRI). Ninguna (o) participa políticamente, si bien su opinión está influenciada por los noticieros de televisión: Hechos (Azteca-13) y El Noticiero (Televisa-Canal-2), y por la influencia de sus maestros, en su gran mayoría de centro-izquierda.

Composición familiar:
En su mayoría provienen de familias nucleares, pero se dan casos de alumnas (2) que son madres solteras que viven con sus padres, 3 chicas viven con su pareja, y 1 caso, que vive de manera independiente.

Hábitos de consumo mediático:
Todas son consumidoras y usuarias de medios y tecnologías como: Televisión, cine, radio, computadora, walkman, internet, teléfonos móviles, correo electrónico, chat, libros, etc., con los que se desenvuelven en su vida cotidiana. Todas tienen televisión y una tercera parte (10) tienen el servicio de cable (8) o satelital (2). Se nota la diferencia entre unas y otras por las referencias a los programas que trasmiten en uno u otro servicio, si bien la mayoría conoce series y programas como: Smallville, Lost, Friends, Gilmore Girls, Prison break, NCSI, Dragon Ball, Los Simpson, El Rincón de los sabores, La Ruta del Sabor, El diván de Valentina, etc.; todas han visto películas de Pedro Infante, Jorge Negrete, María Félix, Dolores del Ríos, etc., por la televisión. Todas, aunque algunas lo nieguen, han visto y ven las telenovelas como Rebelde, La fea más bella, Destilando amor, Tormenta en el paraíso, etc.; hablan de los galanes y actrices de moda, son lectoras de revistas del espectáculo y ninguna lee diarios o revistas de análisis político. Escuchan y bailan la música de moda: el reggaetón, el hip hop, la música catalogada como de “banda”, “grupera”, “pasito duranguense”, baladas, que intercambian y bajan de la red; todas conocen a cantantes o grupos como Luis Miguel, Shakira, Valentín Elizalde, Alejandro Sanz, Paulina Rubio, El Recodo, Los Temerarios, Los Tigres del Norte, etc., pocas han asistido a un concierto de música clásica. Casi no compran libros y sólo han leído aquellos que son parte de los programas académicos o por decisión de algunos profesores, aunque son, realmente, lectoras de fotocopias, hecho propiciado por los propios maestros. Asisten a las salas de cine a ver las películas de temporada con el novio, con amigas o con sus familiares. Sólo dos alumnas han ido a la Cineteca y no asisten al cineclub de la universidad, salvo que algún maestro lo deje como actividad para la clase. Ven, es cierto, buen cine con aquellos maestros que usan películas y/o documentales en sus materias.
Las alumnas hacen uso de programas informáticos como el Word y el PowerPoint (principalmente), para realizar sus trabajos escritos, exposiciones en clase, mapas conceptuales y para realizar tareas que conjugan elementos multimedia, muchas veces por decisión propia y otras solicitadas por los docentes. Por lo menos una tercera parte ha estado en contacto con la computadora debido a que han trabajado en empresas, dónde son herramientas de trabajo. Poco más de la mitad (18) tienen computadora propia (1, Laptop), 7 tienen conexión a internet, las demás asisten a las aulas de cómputo de la universidad y a cafés para consultar o enviar y recibir mensajes por internet. Les gusta “chatear” con sus amigos virtuales y usar códigos propios; les gusta enviar y recibir presentaciones de superación personal, cadenas de ayuda, con imágenes divertidas o impactantes, de chistes, con acertijos, etc. Usan el teléfono celular de manera constante.
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La imagen de esta entrada se encuentra en el sitio de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile (recuperado: 26-abril-2008).

martes, 22 de abril de 2008

Mi primera escuela: Octavio Paz

Los azares de la guerra civil llevaron a mi padre a los Estados Unidos. Se instaló en Los Ángeles, en donde vivía una numerosa colonia de desterrados políticos. Un tiempo después lo seguimos mi madre y yo. Apenas llegamos, mis padres decidieron que fuese al kindergarten del barrio. Tenía seis años y no hablaba una sola palabra de inglés. Recuerdo vagamente el primer día de clases: la escuela con la bandera de los Estados Unidos, el salón desnudo, los pupitres, las bancas duras y mi azoro entre la ruidosa curiosidad de mis compañeros y la sonrisa afable de la joven profesora, que procuraba aplacarlos. Era una escuela angloamericana y sólo dos de los alumnos eran de origen mexicano, aunque nacidos en Los Ángeles. Aterrorizado por mi incapacidad para comprender lo que se me decía, me refugié en el silencio. Al cabo de una eternidad llegó la hora del recreo y del lunch. Al sentarme a la mesa descubrí con pánico que me faltaba una cuchara; preferí no decir nada y quedarme sin comer. Una de las profesoras, al ver intacto mi plato, me preguntó con señas la razón. Musité: cuchara, señalando la de mi compañero más cercano. Alguien repitió en voz baja ¡cuchara! Carcajadas y algarabía: ¡cuchara, cuchara! Comenzaron las deformaciones verbales y el coro de las risotadas. El bedel impuso silencio pero a la salida, en el arenoso patio deportivo, me rodeó el griterío. Algunos se me acercaban y me echaban a la cara, como un escupitajo, la palabra infame: ¡cuchara! Uno me dio un empujón, yo intenté responderle y, de pronto, me vi en el centro de un círculo: frente a mí, con los puños cerrados y en actitud de boxeo, mi agresor me retaba gritándome: ¡cuchara! Nos liamos a golpes hasta que nos separó un bedel. Al salir nos reprendieron. No entendí ni jota del regaño y regresé a mi casa con la camisa desgarrada, tres rasguños y un ojo entrecerrado. No volví a la escuela durante quince días; después, poco a poco, todo se normalizó: ellos olvidaron la palabra cuchara y yo aprendí a decir spoon.

10 años sin Octavio Paz

El poeta en el estudio de su casa en Río Guadalquivir y Reforma.

Este 19 de abril se ha cumplido una década del fallecimiento del poeta mexicano Octavio Paz. El amplio registro de su voz está contenido en los 12 tomos que constituyen sus Obras Completas publicadas por el Fondo de Cultura Económica. Lo que sigue es una nota éscrita para el Caminito de la Escuela, una compilación de textos sobre la escuela, los maestros y los alumnos en la litaeratura mexicana del siglo XX.

Octavio Paz

Nació el 31 de marzo de 1914 en lo que fue el pueblo de Mixcoac en el poniente de la ciudad de México, y murió el 19 de abril de 1998, en su casa de Coyoacán. Paz Lozano es sin duda, uno de los poetas y pensadores más importantes de nuestra lengua en el siglo XX. Desde aquel primer poema publicado el 7 de junio de 1939 –Juego–, hasta sus poemas reunidos en Árbol adentro (1988), Octavio Paz fraguó una de las voces más vivas, profundas y luminosas de la poesía moderna. Con él termina la tradición poética de la ruptura, al señalar: “Otra poesía amanece”.
Galardonado con las más altas distinciones y premios de literatura en el ámbito nacional e internacional –entre los que destacan el Villaurrutia, el Alfonso Reyes, el Nacional de Literatura y Lingüística, el Cervantes y el Premio Nobel de Literatura–, Paz mantuvo una distancia prudente de los reflectores y de las tentaciones del poder, que hubiesen podido empañar su poesía y su libertad de pensamiento. Son dignas de reconocimiento sus posiciones ante las burocracias del “socialismo real”, y su reacción a la matanza de estudiantes en Tlatelolco, al renunciar a su cargo como embajador en la India. Luego del golpe de Luis Echeverría al periódico Excélsior que dirigía Julio Scherer, en 1976, el poeta renuncia a la dirección de la revista Plural como un gesto de solidaridad con los periodistas expulsados. Un año después, con el grupo de escritores que lo acompañó en su convicción, funda la revista Vuelta, que dirigió hasta su muerte y que ocupó un lugar preeminente entre las revistas literarias y culturales de Hispanoamérica y el mundo.
Otro de los territorios que el poeta transitó incansablemente con sus reflexiones e ideas, fue el ensayo. Para nosotros hispanohablantes, americanos, y muy específicamente mexicanos, el diálogo al que Paz nos invita es siempre la posibilidad de pensar por uno mismo y de reconocer al otro, a lo otro, teniendo siempre como finalidad última la conquista de la libertad.
Gracias a Octavio Paz, los mexicanos tenemos la suerte de explorar y adentrarnos en la universalidad del hombre ya por medio de sus cuidadas traducciones de Basho, de Pessoa o de Elliot, ya por su crítica del arte, o bien por sus opiniones sobre política y economía, pero sobre todo, y de manera fundamental, por su obra poética.
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La foto de Paz fue tomada del sitio de la Biblioteca Nacional del Perú.